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CAPITULO VII
SAN JUAN BOSCO EN MILAN.
ULTIMA IMPOSICION DE SOTANAS
A LOS CLERIGOS DE SAN BENIGNO
MIENTRAS se celebraba el Capítulo General en
Valsálice, los cantores del Oratorio, dirigidos
por el maestro Dogliani, salían hacia Brescia. Era
allí la víspera de las solemnes fiestas para la
coronación de la venerada Virgen María en el
santuario de las Gracias, donde ellos debían
interpretar una parte considerable del grandioso
programa musical. Por mediación del Rvdo. Elena,
elocuente predicador, hijo de Brescia y celoso
cooperador, don Bosco había concedido con gusto
que fueran sus jóvenes a ayudar a aquellos
fervorosos católicos. Uniéronse a los habitantes
de la Ciudad, millares de fieles de todas las
diócesis lombardas; acudieron también varios
obispos, entre ellos monseñor Sarto, obispo de
Mantua y el cardenal Canossa, obispo de Verona. El
autorizado maestro Remondi emitía este juicio
sobre las actuaciones musicales 1.
<>. Otro personaje de consideración
tomaba pie de las alabanzas por <> en la actuación final para
ensalzar el método y los efectos de la ((**It18.193**))
educación impartida en los institutos de don
Bosco. <(**Es18.174**))
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