Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es17.594**) Le doy las gracias de todo corazón y seguiremos rezando sin descanso a la Santísima Virgen a fin de que le bendiga, proteja y guíe con su familia, y muy especialmente con su marido, en buena salud, y siempre por el camino del Paraíso. Mi salud en este momento va algo mejor y los médicos me han dicho que el sábado podré salir para Niza, como pienso hacer. Pero usted puede dirigir las cartas siempre aquí, a Turín. Con la mayor gratitud y la seguridad de que continuaremos nuestras pobres oraciones, se profesa siempre en J. C. Turín, 28 de febrero del 1884 Su atento y seguro servidor, JUAN BOSCO, Pbro. 2 Cardenal Ludovico Caverot El cardenal Ludovico-María-José-Eusebio Caverot, sucesor de san Potino y de san Ireneo en la iglesia metropolitana y primada de Lyon, nació en Joinville, pequeña ciudad de la diócesis de Langres, el 28 de mayo de 1806. Cursó sus estudios en los colegios de Troyes y D“le y los terminó en Saint-Acheux, diócesis de Amiens. Estuvo en París, donde se doctoró en derecho y se empleó por algún tiempo en el Ministerio de la Guerra. En 1831 se ordenó sacerdote y fue a Besancon con el cardenal Luis de Rohan Chabot; en 1832 fue vicario de la iglesia arzobispal y, tres años después, cura arcipreste de la misma. Desde que entró al servicio de la Iglesia, consagró toda su vida a la gloria de Dios y a la salvación de las almas. El ministerio eclesiástico, el estudio, la oración, la predicación, las obras de caridad fueron sus ocupaciones sacerdotales y siguieron siéndolo como Obispo y Cardenal. El eminentísimo cardenal Mathieu, una de las glorias de la Iglesia en Francia, no tardó ((**It17.693**)) en reconocer en el bate Caverot la gran virtud que se escondía bajo las más humildes apariencias y lo promovió a canónigo en 1841 y en 1846 lo nombró su Vicario General. Su conducta en el ejercicio de este cargo abrióle el camino al episcopado. El 20 de abril de 1849, Su Santidad Pío IX, en el consistorio celebrado en Gaeta, después de pronunciar la alocución Quibus quantisque procellis malorum contra la República romana, preconizaba a algunos Obispos y, entre ellos, al canónigo Caverot, confiándole la iglesia de Saint-Didié. El nuevo Pastor fue a tomar posesión de su diócesis, en la que permaneció veintisiete años. La diligencia y el interés por todo cuanto se refería a la Iglesia, la devoción a la Santa Sede, que ya había distinguido entre los eclesiásticos de Francia a Caverot, brillaron todavía con más luz; la dulzura y la bondad, con que gobernaba paternalmente la diócesis, le ganaron todos los corazones. Creían en Saint-Didié que lo iban a tener por siempre; pero Dios disponía las cosas de otro modo y, cuando fue trasladado a Lyon, la separación de tan buen Padre fue sobre manera dolorosa. Monseñor Caverot se preocupó en Saint-Didié por los institutos de educación eclesiástica: Autrey y Châtel fueron objeto de sus atenciones. Promovió las conferencias eclesiásticas y estableció la liturgia romana obligatoria, fundó una caja de socorros para los sacerdotes ancianos, promovió la romería al santuario del beato Fourier, apóstol de Lorena, y convocó el sínodo diocesano. (**Es17.594**))
<Anterior: 17. 593><Siguiente: 17. 595>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com