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((**Es17.360**) poniéndole delante el asunto del casamiento. Más angustiado que nunca, el Príncipe volvió a apelar a don Bosco en diciembre y el Santo le contestó: Querido señor Príncipe Augusto Czartoryski: Estábamos todos deseando sus noticias y ahora estamos la mar de contentos por las buenas nuevas que nos da de sí y de su familia. Me parece que el asunto del matrimonio se reduce a encontrar una persona como debe ser y creo que para esto hará muy bien en ((**It17.416**)) seguir los consejos del papá y de la tía, de que me habla. Sin embargo, no dejaré de rezar y hacer que recen y comulguen nuestros muchachos en la iglesia y ante el altar de María Auxiliadora. Hay muchas cosas que podríamos decirnos personalmente, pero que no pueden explicarse bien por carta; la Santísima Virgen, que nos ha guiado hasta aquí, no dejará que nos falte su maternal protección. Confío plenamente en que, durante el próximo año, nos veremos con la gran satisfacción de todos los Salesianos, que le quieren como a padre y bienhechor. Que Dios le bendiga, mi queridísimo Augusto, y el deseo de su eterna felicidad guíe sus palabras y sus obras. Me he quedado medio ciego y, por eso, ejercite un poco la paciencia para leer mi mala letra. En su gran caridad tenga a bien rezar por mí y por toda la familia salesiana, con la cual seré siempre en J. C. Turín, 15 de diciembre de 1885 Humilde y agradecido servidor, JUAN BOSCO, Pbro. No debe extrañarnos que don Bosco no emplease con el Príncipe un lenguaje más tajante; para hablarle de este modo, esperaba a que se formara en el ánimo de Augusto una visión clara y una resolución firme sobre lo que intentaba hacer. Hasta entonces, su espíritu fluctuaba entre dos sentimientos; por un lado, la piedad filial, que le frenaba para no tener un conflicto con el padre y, por otro, una inclinación cada vez más fuerte, aunque todavía algo vacilante, para abrazar la vida religiosa en la Congregación Salesiana, en lo cual veía perfectamente dificultades de diversa naturaleza. Pero la confianza del Santo en que la solución definitiva vendría en el año 1886, iba a tener su pleno cumplimiento. (**Es17.360**))
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