Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es17.276**) Fagnano, que se encontraba en Buenos Aires para resolver asuntos con el Vicario Apostólico, obtuvo del gobierno hasta diez pasajes gratuitos. Y, en segundo lugar, >>de qué le serviría ir a Patagonia y quedar allí reducido a la impotencia por la autoridad local? Pero sus buenas relaciones con el General le valieron de salvoconducto para el cuartel del Gobernador militar con quien tenía que contar de todos modos, si quería desarrollar en paz su misión. Llegó a Patagones el día nueve de julio y se apresuró para ir a visitarle, vestido con los hábitos prelaticios. Aquél, informado ya de sus buenas relaciones con el general Roca, le recibió con todos los honores y, después de invitarle a que se sentara, díjole con la franqueza propia de un militar: -Tendrá usted ((**It17.318**)) muy mala opinión de mí, Doctor. Yo soy muy malo. -Muy al contrario, replicó rápidamente el Obispo. Hemos leído en los Boletines Geográficos muchas cosas bonitas de Vuestra Excelencia, cuando hizo sus exploraciones. En Italia se leen estos Boletines con gusto e interés. Hemos visto en ellos a un hombre inteligente y de corazón. También tenemos noticias de lo que V. E. ha hecho en favor de los misioneros salesianos. Este exordio amansó al hombre violento. Después presentóle Monseñor las cartas del presidente Roca y del Ministro de la Guerra y Marina, que recomendaban con benevolencia al Obispo para todo lo que concerniese a los oficios de su sagrado ministerio. El Gobernador prometió ayuda en todo lo que de él dependiese. Convencióse inmediatamente con aquella visita de que los Salesianos no tenían más finalidad que el bien de las almas y la predicación del Evangelio sin mezclarse para nada en la política; lo cual no era poco en un país donde la política ocupaba un lugar predominante en la vida de los ciudadanos 1. Alegrábase de vez en cuando el corazón de don Bosco durante aquellos primeros meses con cartas de unos y de otros que le llevaban noticias preponderantemente buenas; pero hubo una que debió consolarle más que ninguna otra. Monseñor, que había visitado desde mediados de marzo a primeros de julio todas las casas de los Salesianos y de las Hermanas, excepto la de Niterói en Brasil, le pudo escribir 2: <>. 1 Carta de don Antonio Riccardi a don Bosco, Patagones, 25 de julio de 1885 2 Patagones, 30 de julio de 1885. (**Es17.276**))
<Anterior: 17. 275><Siguiente: 17. 277>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com