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((**Es17.254**) para disponerlo a una buena muerte y se detuvo en el umbral; una improvisa aparición cautivó su mirada. Una fulgurante paloma con un ramito de olivo en el pico revoloteaba por la estancia hasta que, dirigiéndose a la camita del enfermo y deteniendo el vuelo sobre la cabeza, tocóle los labios con las verdes hojitas, dejó caer el ramito sobre la cabeza y, lanzando destellos de luz deslumbradora, desapareció. Siguió después una segunda visión. Desaparecieron las paredes y una multitud de caras de salvajes se apiñaban alrededor de la cama y fijaban los ojos sobre el moribundo, casi temerosos por su suerte. Dos hombres especialmente se diferenciaban de los demás, uno de horrendo aspecto negruzco y el otro cobrizo muy alto y de aspecto guerrero; también ellos estaban inclinados con ansiedad sobre el muchacho. Todo se desarrolló con fulmínea rapidez y ninguno de los presentes se dio cuenta de nada. Comprendió el Santo que todavía no había sonado la hora suprema para Juanito. Parecióle poder reconocer en la paloma la plenitud de la gracia sacerdotal, en el ramito de olivo la predicación del evangelio de paz y, en aquellos bárbaros semblantes, tribus salvajes por convertir. Y he aquí que entonces se realizaba todo conforme a sus presagios. Monseñor Cagliero escuchó enternecido la narración; rogó después a don Bosco que tuviese a bien repetirla durante la cena a los Superiores del Capítulo. Don Bosco, que no sabía negarse cuando descubría algún bien, condescendió 1. ((**It17.292**)) La consagración episcopal quedó fijada para el siete de diciembre, de modo que el novel Obispo pudiera celebrar su primer pontifical al día siguiente, festividad de la Inmaculada. Para proveerle de vestiduras, objetos y ornamentos envió don Miguel Rúa una circular impresa invocando el caritativo concurso de señoras que conocían al nuevo Prelado 2. Y la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, considerando como suya la misma circular, contribuyó a su mayor difusión. Don Bosco envió la siguiente invitación impresa a los principales bienhechores: 1 Lo que aquí decimos en breve, queda narrado con todos los pormenores por Lemoyne en Memorias Biográficas vol. V pág. 86 y ss. El concluye la narración diciendo: <>. Las dos figuras características ostentaban las contraseñas de los fueguinos y los patagones. 2 Ap. Doc. núm. 35. La circular llegó a manos de un masón, el cual se enfureció tanto al leerla que escribió una carta, como sólo podía hacerlo un energúmeno. Es también un documento del ciego anticlericalismo del siglo pasado, que de tantas maneras puso trabas a don Bosco y a su obra (Ap. Doc. núm. 36). (**Es17.254**))
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