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((**Es16.344**) una señora americana, francesa de origen y residente ((**It16.409**)) en París, apellidada Lafitte, entusiasta protectora de la obra. Los papeles descansaron largo tiempo sobre la mesa del Santo, hasta que recibió una segunda carta del abate. Entonces dictó a don Juan Bonetti los términos de la respuesta, que don Camilo de Barruel se encargó de traducir al francés. Conservamos el borrador, que dice así: Las graves e innumerables ocupaciones y mi ausencia de Turín durante algunos días no me han permitido informarme enseguida de la veneradísima carta de V. S. Rvma. del día trece del pasado julio y leer el proyecto incluido en ella. Válgame esto para obtener más fácilmente el perdón por mi tardanza en responder. Agradezco ante todo a V. S. el aprecio en que tiene a los Salesianos, al comendarles la importante obra de Boston. Usted demuestra verdaderamente que es nuestro Cooperador y espero que querrá continuar dedicándonos su valiosa benevolencia. Al mismo tiempo, he de decirle que los compromisos, ya asumidos para la fundación de obras muy importantes en Europa y América del Sur, me impiden aceptar enseguida la Obra de Boston, que con tanta bondad nos propone. Además, el Padre Santo León XIII está a punto de crear un Vicariato y una o dos Prefecturas Apostólicas en Patagonia y en la Tierra del Fuego, lo cual obliga a la Congregación Salesiana a desplazar allí parte de las fuerzas de que dispone. Si V. S. puede darme un plazo, de dos o tres años, no rehúso mi cooperación a esta empresa. En tal caso, necesitaría conocer mejor las condiciones en que se encontrarían los Salesianos en Boston. >>Vivirían en casa propia? >>Tendrían os los medios de subsistencia? >>En qué ámbito tendrían que ejercer su ministerio? Más concretamente; >>entre adultos o entre jovencitos desamparados? Mientras tanto, si todavía se encuentra en París la señora americana de la que V. S. me habla en su carta del día trece de julio, la vería con mucho gusto en Turín. Tal vez hablándonos, podría conocer, con pocas palabras, la naturaleza de la obra a la que se me invita, y dar una respuesta más definitiva. Si, por acaso, pensara ella venir a Turín, como V. S. me da a entender, desearía saber el día de su llegada, para encontrarme yo en casa. La señora Lafitte, que ya había intentado inútilmente encontrarse con don Bosco en la iglesia de San Agustín en París, fue a Valdocco en agosto, llevando consigo otros documentos y ((**It16.410**)) una carta del abate Moigno 1. El meollo de la cuestión estaba en ver si la pía unión de los Cooperadores salesianos podría sustituir a la asociación de Boston; establecido esto, don Bosco enviaría allí a algunos de sus sacerdotes. Se discutió ampliamente, pero sin ningún resultado positivo. -Cada cosa a su tiempo, había contestado en el sueño a don Bosco el amable guía. Estas palabras insinuaban con bastante claridad que no había llegado todavía aquel tiempo. 1 Véase Apéndice, doc. núm. 89. (**Es16.344**))
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