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((**Es15.527**) mejor solución la de haber entablado gestiones desde hacía dos años; de no haberlo pensado tan pronto, tampoco se habría tenido, sin duda, la satisfacción de ver apagados sus deseos en 1884. Y no se crea que fueran favorables a su proyecto los vientos de Argentina. El mismo Arzobispo de Buenos Aires, aun siendo tan benévolo como era, no juzgaba oportuna ni necesaria la creación del Vicariato, porque decía: -Doy a los Salesianos, que van a aquellas misiones, todas las fa cultades que yo tengo. Por consiguiente, >>a qué separar la Patagonia de la archidiócesis bonaerense? 1 Modificó después su posición, cuando supo cómo pensaban en Roma. También había que proceder con toda cautela ante el Gobierno para no tropezar con susceptibilidades, como si hubiera injerencias arbitrarias o intromisiones extranjeras dentro de los confines de la República, recientemente asegurados con las armas. Así se entiende qué quería indicar don Bosco, al escribir al Procurador sobre <> en este asunto 2. Mientras tanto, en Patagonia se trabajaba ardorosamente y se preparaba de este modo aquel estado de cosas que justificaría, ((**It15.613**)) por no decir reclamaría, un arreglo, que de hecho y de derecho la insertara como entidad bien definida en el complejo orgánico de las Misiones católicas. Desde el cuartel general de Patagones y de Viedma, don José María Beauvoir y don Domingo Milanesio se lanzaban en todas direcciones, allí donde hubiera grupos de civilizados o sonrieran esperanzas de encontrar familias o tribus indias. Don Bosco, al hablar a veces de numerosas colonias, entendía referirse a los muchos pequeños núcleos de poblaciones concentradas para vivir de la agricultura y el pastoreo. Partiendo de estos puntos, en los cuales procuraban los misioneros instalar capillitas para la oración y el culto, se iba en busca de los salvajes diseminados ordinariamente a no grandes distancias 3. El audaz don José Fagnano, jefe de la misión, a la par que recorría los campos y exploraba las zonas más inaccesibles, procuraba reforzar la residencia principal, construyendo en Patagones una iglesia y un colegio doble. De vez en cuando, recibía don Bosco noticias 1 Así lo atestigua don José Vespignani en su ya citada Crónica inédita de la Casa Inspectorial de San Carlos. 2 Carta desde Turín, 29 de julio de 1882. 3 Véase Boll. Sal. abril y julio de 1882; febrero de 1883. (**Es15.527**))
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