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((**Es15.405**) recibir el premio de los sufrimientos de la vida. Nuestras plegarias contribuyeron para alcanzar de Dios una santa muerte y abreviar el purgatorio. Creo no exagerar, si, en este momento, juzgo que está ya en posesión de la gloria eterna del cielo, convertida junto a Dios en poderosa protectora para toda la familia y especialmente para usted su digno esposo. Nosotros seguiremos, mientras tanto, con nuestras oraciones por la llorada señora y rogaremos por los que viven en su familia, para que, siendo fieles seguidores de sus virtudes en la vida, podamos todos un día reunirnos en torno a ella y alabar y bendecir a Dios por todos los siglos. Comprendo el gran dolor en que se encuentra toda su familia. Pero pueden ellos hacer muchas cosas muy agradables a la llorada madre de mil modos. Ofreciendo a Dios en su sufragio el dolor que experimentan por su pérdida; rezando mucho por ella, mientras vivan; consolándonos todos con el gran pensamiento de que la volveremos a ver, quizá pronto, en un estado mejor que aquel en que se encontraba en la tierra. Dios le bendiga, mi querido señor Abogado; Dios le conserve en buena salud, junto a toda su familia y ruegue también por mí que siempre seré en N. S. J. C. Turín, 20-6-1881. Su afmo. seguro servidor, JUAN BOSCO, Pbro. Hay otra carta de don Bosco con palabras de cristiano, consuelo para un padre que llora la pérdida de su hijo. Este señor, con nombre extranjero, Maximiliano Flik, veraneaba en Rívoli; de la carta se desprenden otros detalles. ((**It15.467**)) Muy ilustre y querido Señor: Cuando V. S. se alegraba de pasar unas horas con nosotros, parecía que un rayo de esperanza aparecía en nuestro corazón sobre la curación de su hijo enfermo. Dios lo ha dispuesto de otro modo; sea por siempre bendito en todo. Su hijo ofrecía buenas esperanzas de un alegre porvenir; era una flor del paraíso terrestre que Dios quiso trasplantar al paraíso celestial para el que ya estaba maduro. He rezado por él y ahora no dejaré de hacerlo por usted, respetable señor, por su señora y toda su familia. Que Dios les bendiga a todos y les conserve en buena salud y en su santa gracia. Le agradezco el ofrecimiento que hace para ayudar a nuestra casa; y deseo se presente alguna ocasión para servirle en algo de lo que yo sea capaz. Espero poder volverle a ver en Turín, mientras me cabe el honor de poderme profesar en J. C. De V. S. Ilma. San Benigno Canavese, 4 de septiembre de 1881. Atto. seguro servidor y amigo JUAN BOSCO, Pbro. CORTESIAS Y ALIENTOS Hay una carta llena de atenciones dirigida al barón Roberto Rizzi des Ferres, hermano de Carlos e hijo de Feliciano. La madre, de la (**Es15.405**))
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