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((**Es15.391**) EL CABALLERO FAVA Las cartas dirigidas por don Bosco al matrimonio turinés Fava, y publicadas por nosotros hasta aquí 1, demuestran lo muy caritativos que eran estos esposos con el Siervo de Dios. La correspondencia que conocemos, empieza el año 1873. El caballero era secretario emérito del Ayuntamiento. Durante el verano del 1881 fue a recobrar la salud al valle de Andorno, junto a Biella, donde recibió esta cariñosa y alegre carta de don Bosco: Muy apreciado señor Fava: Celebro inmensamente que V. S. y toda su familia hayan podido instalarse en Andorno, antes de que los intensos calores de estos días hayan llegado a los límites del heroísmo. Hemos empezado la época normal del sudor que empapa permanentemente desde el mediodía de hoy hasta el de mañana. A pesar de esto aún no ha habido noticias de que ninguno haya quedado cocido. Siento mucho que su salud no sea todavía perfecta. Espero que el descanso, el aire fresco, las atenciones, y las muchas oraciones que hacemos cada día, lograrán obtener que V. S. pueda volver hasta nosotros en perfecta salud. Me dice que no desea morir todavía; tampoco yo quiero que nos deje tan pronto. Aún tenemos muchas obras de caridad que cumplir, las cuales no deben quedar incompletas; por consiguiente, es preciso seguir viviendo. V. S. aceptó mi invitación para asistir a mis bodas de oro sacerdotales, que se celebrarán el domingo de la Santísima Trinidad de 1891. >>Quiere fallar a la invitación hecha y ya aceptada? Tengo, además, una empresa que confiar a su señora, en la que podrá ser ayudada por V. S. y por la señorita María Pía; por tanto, hemos de repetir: es preciso seguir viviendo. íCómo se divierte don Bosco!, dirá V. S. Es verdad: pero es que el escribirle me resulta un descanso en medio de las quinientas cartas, cuya respuesta voy a comenzar en este momento. ((**It15.451**)) Dios le bendiga, mi querido Caballero, y, con V. S., a toda su familia y les conceda a todos salud y santidad abundantes. Le suplico rueguen por mí que, con respeto y gratitud, me profeso en J. C. Turín, 4-7-1881. Su atto. y s. s. JUAN BOSCO, Pbro. Esta fue la última carta que don Bosco le escribió. A principios de 1882 el buen señor pasó a mejor vida y el Boletín de mayo publicó su muerte, diciendo que, en las más difíciles circunstancias, había prestado tales servicios al Oratorio, que solamente Dios podía premiarle dignamente. Aludía a su actuación en favor de don Bosco, 1 Véase: M. B. Vol. XI, pág. 23; Vol. XIII, pág. 707; Vol. XIV, págs. 342 y 483. (**Es15.391**))
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