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((**Es14.387**) sobre molestias; pero, en resumen, >>qué quiere don Bosco: No tiene ciencia, ni tiene santidad. Hubiera hecho mejor limitándose a estar al frente de un Oratorio que no obstinándose en querer fundar una Congregación. -Perdone, Eminencia. Nosotros, que le conocemos, tenemos otro concepto muy distinto de don Bosco. Y ísomos doscientos sacerdotes! -Vosotros haríais mejor escapando a su dirección, volviendo a vuestros seminarios diocesanos y poniéndoos a disposición de vuestros Obispos. Don Bosco no es un hombre para fundar Congregaciones. -Perdone, >>cree Su Eminencia que todos nosotros somos tan cortos de entendimiento como para ponernos bajo la guía de don Bosco sin conocer qué persona es? Sepa que nosotros lo queremos y amamos y nos sentimos ofendidos cuando oímos que se le ultraja y se vilipendian sus obras. -Yo no tenía intención de ofenderos, replicó más cortésmente el cardenal; digo solamente que don Bosco no debía presumir de acometer la fundación de su Pía Sociedad. Por los demás, >>cuál es vuestra misión? -Me hospedo en Torre de'Specchi y, si Su Eminencia tiene algo que mandarme, estoy a sus órdenes. -Está bien. -Siempre que Su Eminencia desee alguna explicación, estoy pronto a dársela. -Lo probaremos. -Don Bosco quiere prestar obediencia a las disposiciones de la Sagrada Congregación en todo. -Eso lo veremos. Al llegar a este punto el Cardenal despidió al Procurador, pero cortésmente y acompañándole hasta la puerta. Pero siguió mostrándose duro con don Bosco. Para nuestro Beato Padre, que amaba mucho la paz y que, para vivir ((**It14.451**)) en paz con cualquiera, habría hecho cualquier sacrificio que le consintiese la conciencia, el verse rechazado de esta manera por una dignidad tan alta fue ciertamente una de sus mayores aflicciones. Por lo demás, son cruces que, como nos atestigua la historia, permitió Dios en sus insondables designios que tocasen más o menos a todos los grandes fundadores de Ordenes y Congregaciones religiosas. Su conducta humilde, caritativa y valiente, en tan difíciles y delicadas circunstancias, fue una de las pruebas más elocuentes de su santidad. (**Es14.387**))
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