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((**Es14.313**) efecto, basta consultar los catálogos para echar de ver cómo nunca faltaron nuevas profesiones trienales. En la solemne ceremonia de la profesión religiosa, habló don Bosco, pero no tenemos más que el exordio de su discurso: <>No se ve aquí claramente la mano de Dios? Pero hay un lugar de la Sagrada Escritura en el que el Señor hizo decir: Multiplicasti gentem, sed non magnificasti laetitiam (Multiplicaste la gente, pero no aumentaste la alegría). >>Deberá decirse esto también de nosotros? Espero que no. Pongámonos todos muy de acuerdo para que no suceda esto. >>Sabéis qué se requiere para ello? Una sola palabra. No quiero deciros muchas cosas para que sigáis adelante. Basta una sola: Observancia. Observar ((**It14.363**)) nuestras Reglas. Los institutos religiosos marcharon siempre bien, mientras hubo observancia. >>Cuándo decayeron? Cuando ésta comenzó a decaer o se rompió...>> El comparar, con la humildad de los comienzos, los progresos hechos por la Congregación, se convierte cada vez más, por así decirlo, en su tema obligado, cuando quiere animar especialmente a los Salesianos jóvenes al amor de su vocación. También, en la segunda tanda de ejercicios, habló don Bosco después de las profesiones. La crónica nos ha conservado sólo un párrafo sobre la templanza, calificándolo de oportuno para dar a conocer su pensamiento con respecto a la práctica de esta virtud. Hablando de (**Es14.313**))
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