Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es14.152**) apartados y allí, formando un círculo alrededor del maestro, se sentaban y recibían clase al aire libre. Naturalmente cada clase tomaba distinta dirección. Parece que los muchachos no sabían nada del cierre. Don Bosco, pues, estuvo tan ((**It14.170**)) convencido de la tregua, que se lo comunicó al Cardenal Protector, el cual le felicitó por ello, escribiéndole el once de julio: <>. Pero era una serie de contratiempos y conflictos que no tenía visos de acabar tan pronto. Don Bosco presentó al Gobernador el telegrama que le había enviado el caballero Crodara, pero el Gobernador prestó oídos de mercader y no quiso suspender los efectos del decreto, ni siquiera hasta ser despachada la instancia al Rey; únicamente le concedió diez días de prórroga para los muchachos que no tuviesen dónde refugiarse. El Beato no se dio por vencido; quería obtener a toda costa un aplazamiento y, por tanto, escribió al jefe de la Casa Real, solicitando la protección del Soberano: Excelencia: Vuestra Excelencia no puede ciertamente imaginarse la gran satisfacción que a mí y a nuestros muchachos nos proporcionó el telegrama dirigido al caballero Crodara sobre nuestras escuelas. Pero hemos caído en la consternación de antes, al presentarlo al señor Gobernador de Turín y rogarle que suspendiera los efectos del Decreto Ministerial. Me contestó inmediatamente que no podía acatar normas de nadie en estos asuntos y que, por tanto, había que proceder al despido de nuestro pobrecitos. Concede únicamente diez días para los que habían manifestado no saber dónde albergarse. Los demás deberán dispersarse en seguida por calles y plazas. Todas las personas honradas afirman que no hay motivo para el cierre; y, si lo hubiera, se podrían suspender las clases del bachillerato, pero no echar a los huerfanitos a la calle, como ya se amenazó otra vez con carta del Gobernador ayer por la tarde. Así las cosas, no que queda más recurso que la protección de V. S. y la de S. S. R. M. suplicando que se deje en paz a esta casa hasta que se haya leído mi instancia y se dicte sentencia en conformidad con la misma. ((**It14.171**)) Los muchachos muy agradecidos confían en su mano bondadosa, mientras yo con profunda gratitud tengo el honor de poderme profesar, De V.E. Turín, 10 de julio de 1879 Su atto. y s. s. JUAN BOSCO, Pbro. (**Es14.152**))
<Anterior: 14. 151><Siguiente: 14. 153>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com