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((**Es14.110**)((**It14.119**)) CAPITULO VI DON BOSCO EN EL CENTRO DE SU REINO SI el reino de la caridad fue el reino de don Bosco, el Oratorio de Valdocco era su palacio real. Aquí, en efecto, fijó él su morada como lugar de predilección; aquí gobernó por muchos años personalmente la casa; desde aquí irradiaba su acción bienhechora, extendiendo cada vez más los horizontes de su apostolado en el mundo. Pero este dilatarse de su actividad trajo en consecuencia la necesidad de retirarse poco a poco de la dirección interna, constituyendo sucesivamente cargos y empleos responsables para el despacho de los asuntos domésticos y hemos llegado precisamente al momento en que el Oratorio recibe su autonomía administrativa bajo la alta dirección de don Bosco. La comisión, de la que hemos hablado en el capítulo anterior, no trabajó en vano; sus conclusiones más importantes fueron aprobadas, aceptadas y aplicadas. Eran las siguientes: que hubiese un solo administrador al frente del movimiento económico, profesional y comercial de la Casa Madre, y que este administrador fuese el prefecto del Oratorio; a él, por tanto, correspondía la vigilancia directa y la inspección de la tipografía, la librería y los talleres; el Ecónomo general no tenía, pues, que ver nada con todo aquello, sino en cuanto que el Oratorio era una casa como todas las demás; el Director estaría investido de los poderes ordinarios, que tenían todos los directores; era conveniente que pusiera al corriente ((**It14.120**)) a don Bosco de muchas cosas, pues el Siervo de Dios deseaba que se procediera en todo de acuerdo con él, pero que el Director estuviera libre de intromisiones de los miembros del Capítulo Superior: él decidiría en todos los asuntos principales de la casa, a él correspondería de una manera muy particular la admisión de los alumnos. El viceprefecto para los externos, que tenía el despacho junto a la portería, sería como su secretario y ayudante, y no haría nada sin él; su cometido consistiría en informar sobre el Oratorio a todos los que iban para eso, hacer las primeras diligencias para la aceptación de los muchachos, examinar documentos y requisitos; pero reservándose siempre hablar de ellos con el Director; (**Es14.110**))
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