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((**Es13.655**) amigos, inmersos todavía en la idolatría. Más de cien alumnos ya han manisfestado su decidida voluntad de abrazar el estado eclesiástico, con señales evidentes de vocación. Con la debida autorización de V. E. Rvma. se abrió en la capital Argentina un noviciado regular y un estudiantado. Además, tenemos en Europa muchas casas en las que se encuentran muchachos de distinta condición, educados en la ciencia y en la piedad, y que generalmente se deciden a hacerse misioneros. Hay más de doscientos reunidos con esta finalidad en la casa de Sampierdarena, con el título de Obra de María Auxiliadora. Todos estos elementos nos ofrecen fundadas esperanzas de que, con la ayuda de Dios, podremos organizar cada año una expedición de misioneros para el extranjero, entre jefes de taller, catequistas y sacerdotes. ((**It13.772**)) Medios materiales Si queremos hacer un balance preventivo, no se cuenta ni con un solo céntimo seguro de capital; pero siempre y únicamente apoyados en la divina Providencia pudimos fundar, atender, proveer de mobiliario a tantas casas e iglesias, preparar centenares de jefes de taller y sacerdotes para organizar una expedición con el correspondiente ajuar; y todo se hizo, a la par que se da pan y cristiana educación a veinte mil muchachos. Para gloria de Dios y de los pueblos americanos, hay que declarar que los Salesianos llegados a países extranjeros fueron recibidos con inaudita caridad, por lo que no les ha faltado nada de lo necesario para el ejercicio del sagrado ministerio, para llevar adelante internados, iglesias y escuelas. De manera que, rigurosamente hablando, los Salesianos no poseen nada en Europa ni en América, pero no les ha faltado nunca nada en las obras emprendidas. El único bienhechor fijo y estable es el Padre Santo, el cual, con su inagotable caridad, acudió muchas veces generosamente en nuestra ayuda. Al presente se añade la esperanza puesta en V. E. y en la piadosa obra de la propagación de la fe, que, según cartas escritas por su presidente, acudirá en nuestra ayuda, cuando estas misiones hayan sido encomendadas por V. E. Disposiciones a tomar Mientras los misioneros salesianos llevaban adelante la administración de los centros que la divina Providencia les confió, a menudo acudían, ora unos, ora otros, a misionar por campos y colonias avanzadas entre los indios. Así catequizaban a gente de todas las naciones, allí reunidas por intereses materiales, pero que generalmente no habían visto ni oído la voz de un sacerdote católico durante años y años. Gracias a estas excursiones evangélicas, escribe don Juan Cagliero, jefe de los misioneros Salesianos, pudiéronse adquirir muchos conocimientos en torno a la índole, carácter, lenguas y costumbres de los indios, e iniciar con ellos algunas relaciones que son muy útiles para conocer los lugares más oportunos para las misiones y menos peligrosos para los misioneros. Entre los muchos lugares donde parece que se pueden establecer las misiones hay que contar con Carhué y Santa Cruz. Carhué es un lugar donde hay una guarnición de soldados, a manera de fortaleza, construido en 1874, en la frontera recientemente erigida por la República de Buenos Aires: el gobierno de entonces que llevó sus confines a más de mil kilómetros hacia las Pampas, debe mantener alejados a mano armada a los salvajes, que con apariencia de comercio realizan continuas incursiones de exterminio sobre los argentinos. (**Es13.655**))
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