Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es13.473**)((**It13.551**)) CAPITULO XVII DON BOSCO REANUDA SU INTERRUMPIDA LABOR AL VOLVER AL ORATORIO EL Beato llegó a Turín al atardecer, ya que unos asuntos importantes le habían entretenido en Asti. Desde la plaza de María Auxiliadora ya advirtió el rumor que llegaba del Oratorio. Un delirio de aclamaciones ahogó las más altas notas de la banda, en cuanto apareció. El cronista copió la carta de un joven a un compañero ausente por enfermedad, pero no escribió su nombre. Comenzaba así: <<>>Qué noticia más alegre puedo darte que la de la feliz llegada de nuestro querido padre don Bosco?>> Y a continuación, después de narrar su curación y el recibimiento tributado, seguía diciendo: <>. Nunca hubiera imaginado el anónimo autor que su humilde carta había de pasar a la crónica y de allí a la historia; el minúsculo documento es bastante significativo. ((**It13.552**)) Al día siguiente, después de comer, desfilaron los representantes de todos los cursos para leerle un saludo en prosa o en verso, en italiano y en latín. A continuación, los cantores empezaron un himno, acompañados por la banda, bajo los pórticos. Entonces salió don Bosco y sentóse rodeado de invitados y superiores en su derredor. Cuando acabó la música, se adelantaron tres jóvenes aprendices, que recitaron un dialoguito y le presentaron un cuadro, con la fachada de la iglesia y del Oratorio. El buen Padre estaba conmovido, saludaba, sonreía y daba las gracias. Durante tres días no pudo sentarse a trabajar en el escritorio, ni a confesar; su extenuación era tan grande que todavía le faltaban las (**Es13.473**))
<Anterior: 13. 472><Siguiente: 13. 474>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com