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((**Es13.471**) -No temas; arrodíllate, toma en tus manos la medalla de la Virgen. Vamos, reza conmigo. Y el jovencito era uno de los que yo conozco>>. Un segundo telegrama del día 23, anunció que don Bosco se había puesto de viaje y que llegaría a Turín por la tarde. En un santiamén los muchachos enloquecieron de alegría: <>. Los músicos corrieron a ensayar unas piezas y los cantores a preparar un himno; otros montaron algo de iluminación. Todos estaban persuadidos de que habían logrado el milagro con sus oraciones. Realmente, aunque la curación no fue inmediatamente perfecta, había sucedido instantáneamente; el médico mismo no se esperaba tanto. Cuando don Bosco le dijo a Enría que le preparase la talega de viaje para el día 23, antes de las ocho de la mañana, quiso éste con afectuosa sencillez disuadirlo de partir, porque aún no estaba del todo curado y no podría resistir tan largo viaje en tren. -Tranquilo, le dijo el Beato, yo ((**It13.550**)) estoy bastante fuerte. Soy de <> 1 y íde la dura! íEl Señor y la Virgen María me ayudarán! Te agradezco tus afectuosas atenciones; ruega por mí: no te olvidaré nunca. Se levantó de madrugada y quiso celebrar la misa en un altar provisional, en una habitación contigua a la suya. Se dirigió a la estación en compañía de don Miguel Rúa y don Pablo Albera: había hecho la mitad del camino, cuando el tren llegó a la estación. Enría, que había ido con antelación para sacar los billetes, rogó al jefe que hiciera lo posible para que don Bosco pudiera partir. -Por don Bosco haré cuanto yo pueda, respondió el atento empleado. Corrió en seguida Enría hacia don Bosco para darle prisa. El tren esperó seis o siete minutos, sin que se oyeran las acostumbradas protestas; más aún, se corrió la voz de que llegaba don Bosco y muchos de los pasajeros se asomaron a las ventanillas para verle. Cuando él llegó, acompañado por el jefe de estación y sus hijos, le miraban con respeto y admiración. Narramos, también, este otro episodio, anticipándonos al tiempo. Un mes más tarde fue Enría a Turín. Viole don Bosco, le saludó paternalmente y le dijo: -Mira, hace varios días que deseo escribirte, pero nunca tengo 1 <>, en piamontés, quiere decir <>. (**Es13.471**))
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