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((**Es13.372**) que daros. íEl lunes empiezan las vacaciones! >>Os gusta esta noticia? Veo que gusta a muchos y yo me alegro de que hagáis vacaciones, y puedo deciros que muchos han pedido pasarlas aquí conmigo en el Oratorio. Esto me agrada, mas deseo que lo hagan de buena gana y que no hagan desesperar a los asistentes, y a los maestros. Tendrán horas de recreo y de paseo en abundancia, pero pasarán unas vacaciones más retirados y expuestos a menos peligros. Lo único que recomiendo a los que se van y a los que se quedan es la fuga del ocio. Ya sé que a algunos no les parecerá tan bonito ir de vacaciones para trabajar. Y, sin embargo, el verbo vaco, vacas, vacare no significa descansar, no hacer nada, como alguno se cree, antes al contrario, significa ocuparse, atender a alguna cosa. Así, vacare studio significa atender al estudio; vacare agriculturae dedicarse a la agricultura; vacare deprecationibus emplear el tiempo en ejercicios de piedad. Yo deseo que en todo tiempo se haga siempre algo y no se pierda ni un minuto, porque en vacaciones una de dos, o trabajáis vosotros y el demonio se queda desocupado, o bien vivís vosotros desocupados y trabaja el demonio. Me diréis: ->>Entonces tendremos que trabajar siempre y no descansar ni un momento? Quiero que entendamos los términos. La fuga del ocio no quiere decir estarse desocupado, pero no significa trabajar continuamente en trabajos manuales, estudios y oraciones. A pesar de que verdaderamente un trabajo continuo no es reprochable, antes al contrario os lo recomiendo. Recuerdo que cuando yo iba a casa de vacaciones buscaba cuero, lo cortaba, hacía zapatos y después los regalaba; compraba paño, tela de algodón, la cortaba, hacía un par de pantalones, de calzoncillos y después los cosía y me servían para mí o para otros. También me ponía a hacer de carpintero, trabajaba con la madera y fabricaba bancos, sillas, mesas y otras cosas. Todavía hay en mi casa mesas y sillas que hice yo con mis manos. Muchas veces iba a segar hierba en el prado y, para descansar, leía a Virgilio. Otras veces daba vueltas al heno. Era bonito verme a veces con la hoz o la horca en una mano y Virgilio en la otra. En una palabra, no sabría decir si hay un oficio al que no me dedicara; pero puedo aseguraros que no pasé un momento ocioso. No quiero proponeros estos hechos como ejemplo, los he ((**It13.432**)) recordado solamente para haceros ver de cuántas maneras se puede ocupar el tiempo de vacaciones. >>Y en casa no puede uno prestar los servicios que dan a conocer el buen corazón y la atención de un joven? Por ejemplo, barrer las habitaciones, fregar los platos, preparar la mesa, servir la comida, ayudar al padre o a la madre; prestarse a trabajar en la huerta, en la viña; revolver el heno en el prado, cortar leña, limpiar una cuba y tantas otras cosas, pero no estar nunca ocioso. Si uno se queda allí parado, sin hacer nada, y se está mano sobre mano, el demonio que observa siempre atentamente, dice en seguida: -íEste es mío! Y le acecha con insistencia, y, ora por medio de los compañeros, ora con los pensamientos, hace que caiga en sus garras. ->>Entonces tendremos que trabajar siempre y no divertirnos nunca? -Hay diversos géneros de trabajo; la diversión misma puede ser una ocupación. Quien tenga una viña, vaya en hora buena a comer uvas, sólo le recomiendo que tome las más maduras. Si hubiese melocotones, higos, peras, manzanas, comed alegremente con tal que estén maduras. Sí, os recomiendo que os divirtáis mucho; jugad a las bochas, jugad a la pelota. Cada uno tendrá también en casa diversiones especiales, y juéguese a la baraja, a las damas, al tresillo, al ajedrez y con todo lo que encontréis (**Es13.372**))
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