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((**Es13.359**) donde estaba todavía confesando a las diez. Le pedí la bendición para mis seminaristas y, con aire de santo, respondió: >>-Sí, roguemos para que todos se hagan santos y alguno se haga salesiano, si es voluntad de Dios>>. En la libretita de sus confidencias escribió también don Pablo Taroni estas palabras, que le dijo el Siervo de Dios: <>. Un concepto análogo a éste, que a primera vista parece demasiado atrevido, fue expresado por el Papa Pío XI el 24 de mayo de 1929 en un discurso a los alumnos del colegio de Mondragone 1: <>. De vuelta a Faenza, con el alma rebosando suaves emociones, don Pablo Taroni desahogó en verso, pues tuvo hasta el fin de sus días abundante vena poética, sencilla y amable, el ardor de los afectos que embargaban su corazón; después, poco a poco, recogió las impresiones y recuerdos de su peregrinación en un cuaderno, en cuya cabecera escribió la sentencia de Edipo: <>. A la fiesta de María Auxiliadora seguía la de don Bosco, de la que ya hemos hablado; después la de san Luis, que las más de las veces se trasladaba al primer domingo de julio. Pontificó en ella monseñor Formica, obispo de Cúneo. Por la tarde se hizo, según costumbre, la solemne repartición ((**It13.416**)) de premios a los aprendices. Don Bosco cerró el acto diciendo: -Monseñor Formica, obispo de Cúneo, está muy satisfecho de la hermosa manifestación que le habéis dado y me encarga os dé las gracias a todos vosotros. Y ahora, hablando de nuestra fiesta, me parece que también don Bosco tendría derecho a un premio. Lo tuvieron el señor Prioste 2, y otros señores, y yo también hubiera podido tener uno. Alguien dirá: -íUsted ya tiene su premio con las demostraciones de gratitud de sus muchachos! -Sí, esto es ciertamente bonito; pero querría, además, otro premio y sería el de la buena conducta... Pero este premio no se puede esperar de las manos de los hombres, y éstos no juzgan rectamente, porque sólo miran las apariencias. íQué satisfacción más grande se experimenta 1 La Civilt… Cattolica, 1 de junio de 1929, págs. 466-7. 2 Fue prioste de la fiesta el caballero topógrafo José Casalegno (Véase: LEMOYNE, Mem. Biogr., VII, pág. 198). El profesor Lanfranchi pronunció el discurso de introducción. (**Es13.359**))
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