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((**Es13.186**) adelante su escuela. Fue a Mornese para pasar unos días, pero se puso tan mala que el doctor Albertotti la dio por desahuciada. La buena novicia se preparaba resignada a la muerte; pero suplicaba que la llevasen a don Bosco para recibir su bendición y asegurarse mejor una santa muerte. Aunque con graves dificultades, se le concedió lo que pedía. Llegó como pudo hasta la antesala de don Bosco. No tuvo tiempo para abrir la boca y expresar su deseo, porque el Siervo de Dios le dijo de pronto: ->>Queréis ir al Paraíso? Yo también espero ir, si la misericordia de Dios me lo concede. Pero vos tenéis que trabajar todavía mucho. Al pronunciar muy lentamente estas últimas palabras, levantó la mano y bendijo a la enferma. -íEsta vez se equivoca!, pensaba en sus adentros la pobrecita, creyendo que decía esto por no estar bien informado de sus condiciones. Pero la que se equivocaba era ella; comenzó enseguida a sentirse mejor y en la novena misma reanudó sus clases. También tenemos el recuerdo de la visita que hizo don Bosco a las hermanas de Lanzo, en el mismo año 1878. Pasó de un lugar a otro de la casa, diciendo a cada una de las que encontraba una buena palabra. A la refitolera, por ejemplo: -íMuy bien! Pero acordaos de que debéis ser modelo de todas las hermanas que os rodean. Y a las cocineras: -íMarta y María! Vosotras sois Martas, pero también debéis ser Marías. >>Sabéis convertir en platos del paraíso los platos que preparáis? No se necesita mucho para ello. Basta santificarlos con la recta intención, con actos de unión con el Señor y la Virgen, y haciéndolos lo mejor que podáis. A la Directora, que se ruborizaba ante los seglares, cuando ((**It13.209**)) en ciertas ocasiones, especialmente en las fiestas, entraban, incluso en la cocina, en el costurero o en la ropería de los muchachos, le hizo comprender que no había motivo alguno para temer y, más todavía, tenía con ello una bonita ocasión para hacer el bien, aun cuando no fuera más que con el sermón del buen ejemplo. Hemos hablado ya de otras dos visitas en un capítulo anterior 1. Daba en el hito la Madre Mazzarello, cuando oía a sus hijas contar los detalles de estos encuentros, y sacaba esta conclusión: 1 Véase más atrás, págs. (115 y 116). (**Es13.186**))
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