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((**Es12.72**) de piedad se exteriorizaba en las obras. En muchos se había alcanzado la finalidad que se propone nuestra Congregación, pues de los cuarenta y cinco alumnos del último curso, cuarenta habían vestido sotana, proporcionando así a los Salesianos un grueso contingente para poder extender su radio de acción hasta fuera de nuestros países. Habían contribuido eficazmente a ello las Compañías, pero la de la Inmaculada dejaba algo que desear, en cuanto a la regularidad de las conferencias. Se la consideraba como el último peldaño para ingresar en la Congregación. 4.¦ Aprendices. Había cosas en extremo consoladoras. Más regularidad que en los años anteriores; clases muy ordenadas; catequistas celosísimos para enseñarles las verdades de la religión, asistentes unánimes para promover entre ellos la piedad y la caridad. -Espero, afirmó don Miguel Rúa, que se obtendrán óptimos y abundantes frutos; mas, para ello, hay que decidirse a vencer y renunciar a la propia voluntad. Y no lo digo porque falte entre nosotros este espíritu de sacrificio, sino porque sin él será muy poca la eficacia de nuestros trabajos y escaso el mérito y el bien que puede obtener el que los hace. ((**It12.75**)) Siguiendo el ejemplo de todos los demás, recomendó la propia casa a las oraciones de la Comunidad. Una vez terminadas las relaciones de cada uno de los directores, tomó la palabra el Beato y pronunció este, por muchos motivos, importantísimo discurso. De los informes de cada uno de los colegios, casas y oratorios expuestos ayer y hoy, debemos sacar motivo para alegrarnos y agradecer muy mucho al Señor, que ha querido que todas nuestras cosas marcharan bien y quedaran cumplidos nuestros deseos. Todas nuestras casas rebosan de muchachos, de buenos muchachos, y los hermanos están muy animados a hacerles el bien: el literario y el moral. En todo hay siempre un mejoramiento progresivo. Pero en lo que se ha dicho no se mencionaron varias casas de Turín dirigidas por nuestra Sociedad. No se ha hablado del Oratorio de San José, adonde van algunos de nuestros hermanos todos los domingos y durante la cuaresma para la catequesis, sin preocuparse por la distancia, ni por la intemperie de las estaciones. Las cosas marchan muy bien en él, gracias a los cuidados que se dedican a los muchachos pobres, y a la actuación del benemérito señor Uccelletti, fundador, propietario, sostenedor, catequista de aquel oratorio y solícito asistente de los muchachos más indisciplinados y más díscolos. Está también la familia de San Pedro en Borgo San Donato, y está el taller de San José aquí cerca de nosotros, en cuyas obras también toman parte nuestros socios. Para expresar ahora mi pensamiento sobre la Congregación en su conjunto, debo anunciar que está en alza, ya sea por la continua fundación de nuevas casas, ya sea por el crecimiento del espíritu religioso. Esto nos debe animar a redoblar nuestros(**Es12.72**))
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