Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es12.510**) marchará prósperamente. Dice san Pablo: Oboedite praepositis vestris et subiacete eis, no en lo que os agrada a vosotros, sino en lo que agrada al Superior. Recuerdo a un antiguo amigo mío, dedicado a lavar la vajilla, como antes lo había hecho yo, y que decía de mí: -El se dedicó a los estudios, ahora es sacerdote, es distinguido, es respetado y yo en cambio siempre aquí en el mismo sitio, siempre en un fregadero. No le envidio, pero... -Pero tú haz lo que te corresponda, cualquiera que sea tu trabajo. >>Crees tú que don Bosco tendrá mayor premio? -íAh! El confiesa, dice misa, gana muchos méritos... -Pero dime: >>adquiere más méritos un confesor confesando toda la mañana u otro fregando cazuelas? No hay diferencia. La Congregación está formada por el uno y por el otro. Si tú no estuvieras, lo que tú haces, lo tendría que hacer aquel sacerdote. Todos somos iguales y todo es de todos. Uno hará una cosa, otro hará otra; pero, como formamos un solo cuerpo para la gloria de Dios y todos trabajamos para un mismo fin, cada cosa es juzgada por Dios con el mismo peso y con la misma medida. El mérito es, por tanto, igual, puesto que cui plus datum est, plus requiretur ab eo. Y al que ejerce un oficio humilde, Dios le pedirá cuenta como a uno, mientras que al otro le pedirá como a diez. Si pudiese haber diferencia, sería en eso, en que el mérito mayor corresponderá a la mayor humildad de condición. >>Queréis que estemos seguros de hacer también nosotros algo que ciertamente redunde a la gloria de Dios? Cumplamos los cargos que a lo largo del día nos son asignados. Uno lava los platos: muy bien. Está en la cocina: mejor aún. Otro ha hecho estudios y tiene mucho talento: bien, irá a predicar. Este no tiene tan buena voz: estará confesando. Uno dará clase, otro será asistente. Aquél no está capacitado para nada en absoluto: barrerá la casa que también esto se necesita. Este tal está siempre enfermucho y no podrá trabajar: pues bien, dará buen ejemplo a los otros con su paciencia, dará buenos consejos a los que van a visitarle y hará su papel de esta manera. íEn una casa como la nuestra, hay necesidad de muchas y muy variadas ocupaciones! Y cada uno hará aquello que es capaz de hacer. Y que no diga nadie: -Este trabajo podría hacerlo otro; yo ((**It12.606**)) ya tengo muchas ocupaciones. -No, si uno puede hacerlo, hágalo. No perdamos el mérito; y no nos asusten ciertas dificultades, que parecen montañas y no son más que nieblas. -Pero es que aquel Superior, dirá alguno, aquel asistente, no me puede ver; siempre censura mi conducta. Queridos míos, es un medio más para ganar méritos; no podemos hacernos santos sin la paciencia. Así, pues, para estar alejados y defendidos de todo peligro, no busquemos pretextos para volver al mundo, sino vivamos apartados de él. -Pero lo que se me confió, supera mis fuerzas. -Si supera tus fuerzas, expónlo modestamente a los Superiores y haz lo que te digan; pero si sólo supera las fuerzas de tu voluntad, si sólo es por un ligero polvillo que te da en los ojos, entonces hay que forzar la voluntad, hay que hacer aquel trabajo y hacerlo como es debido. -Pero fulano, dirá alguno, tiene una habitación para él; yo, en cambio, estoy en el dormitorio común...; en conclusión, yo desearía una distinción. ->>Estás aquí para hacer vida privada o vida común? (**Es12.510**))
<Anterior: 12. 509><Siguiente: 12. 511>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com