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((**Es12.492**) Pero deseo que éstos sean Superiores no sólo de nombre, sino también de hecho; por consiguiente, obedézcanles y respétenlos todos realmente como Superiores. Ellos por su parte, cuidarán de ejercer diligentemente su cargo. Por lo tanto, si hubiese alguna falta de disciplina en las escuelas u otro inconveniente, yo no pediré cuenta ni a don Miguel Rúa, ni a don Celestino Durando, sino a don José Lazzero y a don Pedro Guidazio, y cuando suceda algún desorden en el Oratorio o yo viere que las cosas no marchan bien, me meteré con don José Lazzero y le perruccheró 1, hasta que baste. Toca a ellos dar razón de lo que pueda suceder, lo mismo en cuanto a los jóvenes, que en cuanto a los clérigos; y no sólo ellos, sino también los otros superiores e inferiores tienen el deber de dar cuenta de todo inconveniente, que pudiese suceder, para poner remedio. Y ahora vengamos a vosotros, queridos hijos míos, más particularmente. Por mucho cuidado que se ponga para que todo marche bien, siempre habrá inconvenientes. Sé que muchos de vosotros se portan como unos verdaderos san Luis, pero también sé que muchos no se conducen demasiado bien. Ayer mismo tuvimos que expulsar a algunos, como ya sabéis. Es cosa que desagradó a todos, y más aún a los padres, al ver llegar a casa al hijo, que ya no puede ser aceptado aquí ni en otra parte; porque, sabida la causa por la que fue expulsado del Oratorio, seguramente ningún colegio lo querrá admitir. Recordad cómo castigó Dios al desgraciado que fue el primero en pecar contra el sexto mandamiento. Puede leerse en la Sagrada Biblia. Por eso guárdese cada uno especialmente de la inmodestia en actos y palabras. Este es el vicio que más daño acarrea a la juventud... También los perversos estiman la bondad, aunque ellos no la practiquen. Mirad; hay padres que reconocerán ser ellos malos por los cuatro costados, pero quieren que sus hijos se mantengan buenos o se hagan tales, si no lo fuesen, y están conformes en que se eduquen religiosamente. Hay padres dados a la bebida, verdaderos borrachos, pero íay si saben que su hijo pone el pie en la taberna! Puede ser un jugador, que se juega toda su hacienda y hasta lo que no es suyo, pero íay si sorprende a su hijo jugando! El será descomedido ((**It12.584**)) en la conversación, pero íay si supiese que en presencia de su hijo se ha dicho una palabra escandalosa! >>Y eso, por qué? Porque ellos saben los graves daños que acarrean estos vicios. Recuerdo, por traeros un ejemplo, a un hombre, ya avanzado en años, con el cabello blanco, muy respetable, pero sin religión, que vino a hacerme estas recomendaciones, no hace muchos días: -Cuide de que mi hijo practique las devociones del colegio, que oiga misa, que se confiese y comulgue, que se prepare para la confirmación, que tenga buena conducta. -Pero >>usted, le dije, conoce la importancia de estas cosas? -íVaya si las conozco! ->>Y las practica? -Es verdad, añadió, que yo soy malo, que soy un desgraciado, mas precisamente por eso no quiero que mi hijo llegue a ser así. Entonces le dije: -Si usted tiene tanto interés en que su hijo sea educado religiosamente, >>por qué no quiere ser usted mismo como él? -Es imposible, me respondió, al menos por ahora... a mi edad..., además allá en 1 Palabra piamontesa que literalmente equivale a <>, es decir <>. (**Es12.492**))
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