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((**Es12.37**) >>Y qué os propondré ahora para honrar a nuestro Santo? San Francisco de Sales, ya lo sabéis, es el Santo de la mansedumbre y de la paciencia. Querría yo, pues, que en la novena procuraseis imitarlo en esta virtud. Querría que almacenaseis mucha mansedumbre para que ella informase constantemente vuestro corazón y os llevara a amar a los compañeros, a no encolarizaros nunca con ellos, a no tratarlos con palabras insultantes o despreciativas, a hacerles siempre todo el bien posible y no causarles nunca ningún daño. Y, puesto que toco este tema, quisiera que os propusieseis especialmente que este amor a los compañeros os llevara a aconsejaros bien los unos a los otros y nunca, como por desgracia sucede entre los hombres, a arrastraros al mal con perversos consejos. íMirad! No hay nada que pueda causar más daño, especialmente en la edad juvenil, que los malos consejos. Hay quien estaría resuelto a portarse bien; pero he ahí que un compañero le sugiere algo malo como, por ejemplo, no perdonar, no obedecer, no entregar un libro, no ir con buenos compañeros, estar alejado de los Superiores, no escuchar sus avisos; resulta que el que antes tenía buena voluntad, ahora, casi sin darse cuenta, comete el mal por el perverso consejo de aquel compañero. Por el contrario, ya podéis creerme, cuando uno sabe dar amablemente, a su tiempo y lugar, un buen consejo a un compañero, hace un gran bien. El compañero, las más de las veces, no está obstinadamente determinado a hacer una cosa mala; la hará, casi sin parar mientes en su malicia, pero, si una voz amiga se lo advierte, se retira, y así hay un mal menos y un bien más. ((**It12.33**)) íCuánto bien podríais haceros a vosotros mismos y a vuestros compañeros, si durante esta novena comenzarais a practicar el consejo que os doy, y siguierais así a lo largo del año y el resto de vuestra vida! Me queda todavía daros una florecilla. La estación es más bien cruda y querría, como florecilla, que el frío, la humedad y las demás molestias que sufriréis durante la novena, lo sufrierais sin quejaros, y esto para dar gusto a san Francisco de Sales. Cuantas veces os ocurra tener que padecer algo, como enfermedades, insultos, ofensas, decid: sea por amor de Dios. El Señor estará muy contento con ello y por la intercesión de san Francisco de Sales os bendecirá. Y el que quisiese hacer alguna otra práctica de piedad, puede hacerla, y hará muy bien, especialmente si imita a este Santo en el silencio y en la rectitud, hablando siempre modestamente y sin ofender a vuestros compañeros. Acostumbro a aconsejar que en estas novenas solemnes se comulgue a lo largo de la semana con más frecuencia que en otros tiempos del año. El que no pueda comulgar sacramentalmente, hágalo espiritualmente. Y vaya a visitar con frecuencia al Santísimo Sacramento. Propónganse todos cumplir con puntualidad sus deberes. íBuenas noches! A los colegios Antes de que la multiplicidad de las obras aconsejara la uniformidad del aguinaldo, ya llegaba la palabra del Beato don Bosco al principio de año a cada uno de los colegios, directamente o por medio de los respectivos directores. Nos quedan sólo dos de estas cartas de felicitación del año 1876, una para Lanzo y la otra para Varazze. A sus hijos de Lanzo les escribía así:(**Es12.37**))
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