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((**Es12.272**) dejó en su interlocutor fundadas esperanzas de que para el 1878 enviaría allí algunos misioneros, pero a condición de que pudieran estar reunidos en un solo lugar. Don Luis Piccinelli, que no estaba autorizado por nadie para aceptar aquella condición, escribió a su propio Obispo de allá, y éste le contestó que deseaba muchísimo recibir a algunos sacerdotes capaces de enseñar en lengua inglesa el latín, el griego, las ciencias físicas y lo demás, y que deseaba tenerlos aún antes del 1878. Los reuniría consigo en el palacio episcopal, comerían a su mesa y enseñarían como profesores en el gran colegio ya establecido en Colombo, contiguo al palacio episcopal y dirigido a la sazón por los Hermanos de la Doctrina Cristiana, bajo su inmediata vigilancia. Para resolver otras posibles dificultades, Monseñor escribiría personalmente a don Bosco. Así asegurada la condición puesta por don Bosco, el misionero de Bérgamo le pidió que le confirmara la promesa; para él ya estaba definitivamente concertado el negocio. Diremos más; aún dio otro paso hacia adelante: hubiera querido que don Bosco le entregase enseguida dos misioneros para llevarlos consigo a su vuelta a Ceilán. Con tal de podérselos llevar consigo, habría diferido unos meses su partida. Se quedarían en la misión a él confiada, que contaba con ocho mil católicos en medio de una masa mucho mayor de musulmanes, budistas y ((**It12.316**)) protestantes. Decía: <> 1. En el margen superior de la carta se leen las siguientes palabras autógrafas del Beato: <>. Dado que él no acostumbraba hacer las cosas apresuradamente, se limitó, pues, a tomar la proposición en atenta consideración, reservándose enviar a don Juan Cagliero a aquel lugar, para examinar la cuestión a fondo y de cerca. No se conformaba el Beato con enviar una circular a sus bienhechores más insignes, sino que les escribía personalmente, solicitando su caridad. Poseemos dos cartas de este género, dirigidas a los nobles esposos Fassati, de quienes se fiaba, siempre que sus obras necesitaban auxilios especiales. Al enviar la primera circular, escribió al Marqués: 1 Carta a don Bosco, del 24 de octubre de 1876. (**Es12.272**))
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