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((**Es12.222**) espíritu propio de la Sociedad Salesiana, que es actividad, sin enfrentarse nunca con los adversarios, sin obstinarse tercamente en trabajar donde no se puede hacer nada, sino ir adonde puedan emplearse útilmente las fuerzas. Don Julio Barberis disfrutaba y atesoraba aquellas enseñanzas; pero no cejaba el dolor de cabeza de don Bosco. Al llegar a Turín, el Beato lo llevó a tomar un café en una cafetería pública, entrando en ella por una puerta lateral. Y anotaba el cronista: <>. A aquella hora el lugar estaba desierto. Don Bosco se puso a hablar de los aprendices del Oratorio. -Creo que ahora marchan bien, tan bien que ningún colegio, es más, ningún seminario puede aventajarlos en materia de moralidad. Cuando yo era seminarista, y todos éramos ya mayores, yo veía cómo marchaban las cosas: no iban como van ahora entre nosotros. Al salir de la cafetería comenzó a hablar de las señales de vocación. Volvió a decir cosas que le gustaba repetir en privado y en público. -He aquí una señal segura para saber si un muchacho está hecho para la Congregación, si se le debe aconsejar que entre en ella, si hay motivo para pronosticar su perseverancia. Cuando un muchacho es muy sincero en la confesión, ((**It12.256**)) se confiesa constantemente con el mismo confesor y lo primero que hace, al volver de vacaciones o después de alguna ausencia de su confesor, es ir enseguida a abrirle su corazón enteramente, éste es un óptimo indicio de que se quedará en la Congregación. Y también, cuando se ve un muchacho que se porta bien en el Oratorio y, cuando vuelve a su casa, tiene graves caídas, pero después, al tornar al Oratorio, arregla de nuevo las cosas de su alma y marcha bien todo el año y vuelve a recaer en las vacaciones siguientes, creo poder decir sincera y claramente: -Este, si entra en Congregación, hágase sacerdote; pero no abrace en absoluto el estado eclesiástico, si tiene intención de vivir fuera de la Congregación. Porque, si ahora se deja arrastrar desgraciadamente al mal, en el breve tiempo de unas vacaciones, >>qué hará cuando con toda libertad disponga de sí mismo? íY no se diga que entonces tendrá más fuerza de voluntad! Yo, en cambio, contesto que tendrá más peligros. La experiencia me ha dado a conocer que, los que no se mantienen en el recto camino durante las vacaciones, tampoco se mantendrán en él después como sacerdotes en medio del mundo. Aún tuvo dos últimos encuentros desde la estación al Oratorio. Primero se le juntó el teólogo Giuganino, vicario de la parroquia de (**Es12.222**))
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