Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es11.499**)de un Oratorio para los muchachos, con iglesia pública también para los adultos, dado que en la vasta explanada entre Nervia y Bordighera no hay por desgracia ninguna iglesia, si excluimos la capilla de san Roque, que está distante de la carretera provincial, y otra capillita de pocos metros, de un patronato. No obstante, viendo que don Bosco es del parecer de que se haga una fundación para recoger especialmente a las muchachas abandonadas, y con la esperanza que me da, de que a continuación seguiría un Oratorio festivo para los muchachos, no desapruebo el proyecto de un centro femenino dirigido por las Hermanas de la Congregación Salesiana. Con esta intención de ofrecer a continuación un proyecto ((**It11.593**)) al venerando don Bosco, de no habérseme felizmente adelantado, gracias a una limosna recibida del Padre Santo, y otras de fieles piadosos, he comprado el mes pasado un terreno junto a la carretera provincial, precisamente entre el establecimiento de los protestantes y la casa Lavagnino (lugar que usted conoce). El terreno mide treinta metros por sesenta, poco más o menos, y tiene, por tanto, capacidad para un edificio cómodo con iglesia, y además un pequeño huerto o jardín. Para las intenciones de don Bosco y mías de obstaculizar la acción de los protestantes, no puede haber un lugar más a propósito, pues está a quince o veinte metros de distancia de la misma casa protestante; y me he decidido a comprar este terreno, porque no me era posible al presente encontrar un sitio con casa por aquel llano, ya que resultan muy caros los terrenos y casas. Por tanto, hace falta construir una casa con iglesia; y yo no sólo cedería a don Bosco el terreno comprado, sino que me propongo también ayudar a la fundación con todos los medios posibles a mi alcance, estudiando la manera de buscar limosnas entre nuestros fieles y las de otros lugares. Digo buscar limosnas porque mis rentas (quizá las más pobres de toda Italia), han quedado ahora aún más reducidas, con la expropiación que ha seguido a la ley del 1867, a causa de la cual la comida y las limosnas para los pobres ya me consumen todas las reservas. Confío, no obstante, en la divina Providencia y en la caridad de los fieles; espero, además, que los habitantes de aquella explanada contribuirán a la construcción con su trabajo personal, especialmente cuando se sepa que es don Bosco el iniciador de la fundación. Pregunta V. S., entre otras cosas, si las monjas podrán tener las escuelas femeninas de Bordighera, y le respondo que no creo fuera eso difícil; pero, quizá hay demasiada distancia entre el lugar de la fundación y Bordighera; creo, además, que sólo hay una maestra. Con el tiempo, sin embargo, yo pienso que, cuando conozcan a las Hermanas, serán llamadas para maestras en los poblados de estos contornos y en el mismo lugar de la fundación, pues es seguro que, en la explanada entre Ventimiglia y Bordighera, va a levantarse muy pronto una ciudad. Esto se ve venir con los precios fabulosos a que se pagan los terrenos y con las lujosas construcciones y otras más modestas, que aparecen a cada instante, con los Hoteles que ya existen, donde se hospedan familias ricas de Inglaterra, Francia y de Alemania, que vienen a invernar en este lugar delicioso. Abrigo la firme esperanza de que aquí se podrá hacer mucho bien, y aunque yo estaré en la tumba, don Bosco y la Santísima Virgen y todos los que cooperan tendrán que bendecir el momento en que se pensó en este establecimiento. Me parece haber respondido dignamente a su estimada carta antes citada. No me queda más que rogarle comunique el contenido de la presente ((**It11.594**)) a su respetabilísimo Superior y participarme después sus intenciones, ya que quisiera ver iniciada antes de mi muerte la Obra. (**Es11.499**))
<Anterior: 11. 498><Siguiente: 11. 500>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com