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((**Es11.42**) obtendría. Y en los momentos presentes lo que más nos debe preocupar es precisamente el conseguirle estas ventajas 1>>. Pero el Ordinario no se había limitado a escribir su circular; había escrito además al cardenal Bizzarri, Prefecto de la Congregación de Obispos y Regulares, una larga epístola, que interesa a la obra presentar íntegramente: Eminencia Rvma.: El reverendo don Juan Bosco, fundador y Superior de la Congregación de San Francisco de Sales en Turín, envió ayer a la previa censura eclesiástica un impreso, con el proyecto de un colegio que se abrirá en su Congregación para todos los jóvenes que sienten inclinación al estado eclesiástico, con el fin de prepararlos para los estudios de filosofía y teología, y después colocarlos en las congregaciones religiosas, enviarlos a las misiones extranjeras o bien devolverlos a sus respectivas diócesis para formar parte del Clero diocesano. A más de la invitación que se proyecta hacer en general la los jóvenes de cualquier diócesis, se haría también un llamamiento a los fieles de las mismas para que acudan en ayuda del nuevo colegio con una pequeña limosna para cada uno. El Colegio se llamaría Obra de María Auxiliadora, y se afirma que ha sido recomendado y bendecido por el Padre Santo. Ahora bien, este colegio arruinaría total o parcialmente los seminarios menores diocesanos, porque los Obispos verían afluir al Colegio de don Bosco gran parte de las limosnas de sus diocesanos y contemplarían ((**It11.41**)) a gran número de muchachos de sus diócesis, que, animados por las ventajas económicas que allí encontrarían, dejarían el seminario menor de su propia diócesis para acudir al seminario de dicha Congregación. Además, don Bosco buscaría la manera de atraer para sí a los mejores sujetos, y los menos idóneos serían los que volverían a la diócesis. Por tanto, estoy muy seguro de que, apenas se informen de este proyecto los Obispos de las provincias de Turín, Vercelli y Génova, levantarán sus quejas como ante un gran atentado a los más vitales intereses de sus respectivas diócesis. Y, en cuanto a mi diócesis, declaro que este proyecto sería una ruina para el seminario menor que, con grandes gastos, estoy para abrir dentro de dos meses en Giaveno, ciudad de mi jurisdicción, y, por tanto, me encuentro en la dura necesidad de reclamar y prepararme, con todos los medios a mi alcance, para impedir esta especie de colegio cosmopolita que don Bosco quisiera abrir en Turín. Es muy cierto que preparar jóvenes para la carrera eclesiástica y las misiones extranjeras es una obra santísima y necesaria, y que, bajo este aspecto, ha sido bendecida y recomendada por el Padre Santo; pero aquí, en el Piamonte, todos los Obispos, de algunos años a esta parte, han puesto su mano en el asunto de una manera sabia y eficaz, abriendo cada uno su Seminario menor, en donde se hace tan visible la bendición de Dios, que dentro de pocos años, si un nuevo huracán no viene a devastarlos, se recogerán muchos frutos. Por otra parte existe ya en Turín el colegio de las Escuelas Apostólicas, fundado y dirigido hace algunos años por el canónigo Ortalda, Director de la Obra de Propaganda Fide, el cual, con grandes gastos, trabajó y trabaja para mantenerlo; y cuenta con un centenar de jóvenes. 1 Carta del 2 de agosto de 1875.(**Es11.42**))
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