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((**Es11.377**) la <>, según sentencia el hombre de bien>>. Y otro episodio de la historia inglesa: <>. Volvamos a los centenarios de carácter sagrado. Duodécimo centenario de la muerte de San Armando, obispo de Maestrickt, el cual <>, observa el hombre de bien, amonestó con firme constancia al rey Dagoberto por sus vicios, por lo que fue desterrado. Undécimo centenario de la muerte del Obispo San Romualdo. Patrono de Malinas; y décimo de San Adón Arzobispo de Viena, en el Delfinado, el que inició el Martirologio. Décimo centenario también de... <>: son cuatro articulitos propuestos por Carlos el Calvo para la aprobación de un Concilio reunido en Pavía, para hacer reconocer la autoridad y los derechos de la Iglesia Romana, de los Obispos y del clero. Se pone después a hablar nuestro hombre de bien del decimocuarto centenario de la muerte de San Senador, obispo de Milán, y muestra claramente en qué consiste el patriotismo, expresado en el diálogo de la introducción; en efecto, comienza así: <>. Y a continuación empieza a ensalzar las glorias religiosas de la metrópoli lombarda. Narra un episodio de ambición y celos, acaecido hace trece siglos, entre dos reyes franceses y hermanos, provocados por sus esposas, y acaba con este epifonema: <<íQué difícil es encontrar cuñadas que se quieran!>>. Y a continuación: <>. Los campesinos de nuestros días leerían con gusto el viejo exordio del hombre de bien: <((**It11.445**)) otros tantos maestros municipales, o al menos dedicarlos a cualquier otro arte, se consideran afortunados. El Obispo es San Eutropio de Orange (Francia), que se dedicó a la agricultura, aunque procedía de familia noble, para remediar las necesidades de los pobres de su diócesis; pero advierte el hombre de bien que, no por eso, dejaba de atender las necesidades espirituales de su pueblo>>. Y finalmente el decimoquinto centenario de la elección de San Sabino como obispo de Piacenza, donde el hombre de bien quiere también decir lo suyo. Después de contar un milagro, debido a la fe del Santo, exclama: íAh, si tuviésemos nosotros hoy un poquito de aquella fe!>>. (**Es11.377**))
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