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((**Es11.292**) once a las doce, por la mañana, y de las cuatro y media a las cinco y media, por la tarde. El cronista quiso dejar consignada esta confidencia: <>. Los trabajos se desarrollaron, en buena parte, bajo la presidencia de don Miguel Rúa. Se comenzó haciendo una serie de nombramientos para varios cargos importantes. Había que designar un director para América. Don Juan Bonetti parecía el más indicado; pero es sabido lo mucho que don Bosco respetaba los sentimientos de la familia; y como los padres de don Juan Bonetti eran ya ancianos, hubieran sufrido mucho con su partida. Se barajaron entonces los nombres de don José Fagnano y don José Ronchail, y decidieron proponer este último a don Bosco. El ecónomo general, don Angel Savio, cuya presencia en Alassio para la dirección de las obras duraría todavía largo tiempo, no podía ya seguir desempeñando su cargo; en consecuencia, pareció bien sustituirlo. Eran tres los hermanos que parecían más idóneos, a saber: don César Chiala, don Francisco Bodrato y don José Fagnano, y se decidió proponer a don Bosco el segundo. Don Miguel Rúa actuaba a la vez como prefecto general y como vicerrector del Oratorio; eran dos cargos que se entorpecían mutuamente, ((**It11.341**)) y se sentía cada día más la necesidad de que quedase libre para atender al bien general de toda la Congregación. Por ello, puestos a escoger, entre don César Chiala y don José Lazzero, pareció éste el más indicado para tomar las riendas del Oratorio, si le parecía bien a don Bosco. Don Juan Cagliero que, como veremos, debía acompañar a los misioneros a América, era el catequista de la Congregación. >>Quién podía sucederle en el cargo? A juicio de los presentes nadie mejor que don Juan Bonetti; pero se llegó a la conclusión de que era más oportuno dejar que don Bosco hiciera lo que mejor quisiese. Por fin se discutió una propuesta algo nueva. -Los colegios se multiplican, debieron decir aquellos enamorados hijos de don Bosco, pero conviene que tengan todos por doquiera un sello único e idéntico. Los cambios de orientación se introducen fácilmente con los programas de estudios, que lógicamente deben conformarse con los programas gubernamentales, pero sin que se derive ningún daño para el desarrollo de las vocaciones eclesiásticas. De ahí nació la idea de crear un <> con la misión de cuidar la marcha de la misma en todos los colegios, visitándolos (**Es11.292**))
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