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((**Es10.973**) primero por los estudios, la manutención y el vestido, y después por librarlo del servicio militar. >>Hay también una cosa que se debe considerar y remediar, y es el teatro y las representaciones que se dan. Siempre lo he tolerado y todavía lo tolero, pero entiendo que el teatro se hace únicamente para los alumnos y no para los que vienen de fuera. En todo centro de educación se requiere que se haga mejor o peor, porque es un medio para aprender a declamar, a leer con sentido y, además, porque si no lo hay, parece que no se puede vivir. Pero estoy viendo que ya no es entre nosotros lo que tendría que ser, y como era en los primeros tiempos. Ya no es un teatrito, sino un verdadero teatro. Por tanto, mi parecer es que el teatrito tenga por base: divertir e instruir; no han de verse en él esas escenas, que pueden endurecer el corazón de los jóvenes o causar mala impresión en sus delicados sentidos. >>Represéntese en hora buena comedias, pero sean obras sencillas con una lección moral. Cántese, pues el canto, a más de recrear, forma parte también de la instrucción tan reclamada en estos tiempos. Declámense párrafos poéticos de algún buen autor. Y si hubiere invitados, sean nuestros bienhechores, los cuales quedarán satisfechos al ver cómo todo coopera al bien de la juventud, a la que nos hemos consagrado nosotros y a la que los bienhechores prestan su apoyo. >>No se vean en el escenario vestuarios, que desdicen de quien no quiere ser de tal color y que pueden ofender la virtud de la modestia. Represéntense obras, que ofrecen nuevos conocimientos, como un viaje a los santos lugares, un hecho de la Historia Sagrada y otros por el estilo, con lo que obtendremos el fin que nos hemos propuesto. >>Tampoco quiero que nuestro teatrito se convierta en un espectáculo público que enfada a los que no pueden asistir y buscan por todos los medios la obtención de los boletos de entrada. Más aún, he visto asistir a estas representaciones personas que no comprendo cómo podían estar allí, por su atuendo tan poco decente, y que, de no haber sido por resultar descortés, yo las hubiera mandado salir inmediatamente. ((**It10.1058**)) >>Tampoco pueden tolerarse ciertas palabras que se profieren desde el escenario, como mal haya, maldito sea. Si se invita a alguien, entiendo que sea un bienhechor, no otros. >>Verdad es que estas cosas las habría debido decir a los Directores del teatro, pero he querido decirlas aquí, para que todos sepan cómo deben ser las cosas y nadie intente introducir lo que no conviene. (**Es10.973**))
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