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((**Es10.723**) 3.° El noviciado de dos años y ocupaciones exclusivamente ascéticas. R. Esto podía hacerse en otros tiempos, pero no al presente en nuestros países; es más, quedaría destruido el Instituto Salesiano, pues, al darse cuenta la autoridad civil de la existencia de un noviciado, lo desharía al momento y dispersaría a los novicios. Además, ese Noviciado no podría adaptarse a las Constituciones Salesianas, que tienen como base la vida activa de los socios, conservando como ascética solamente las prácticas necesarias para formar y conservar el espíritu de un buen Eclesiástico; un noviciado semejante tampoco serviría para nosotros, pues los novicios no podrían poner en práctica las Constituciones según el fin de la Congregación. 4.° Ya han salido profesos perpetuos que dieron lugar a quejas, etc. R. Hasta el momento sólo salió uno que es el padre Federico Oreglia. Pertenecía a nuestra Congregación como hermano laico y salió de ella para ingresar ((**It10.794**)) en la Compañía de Jesús y hacer los estudios sacerdotales, donde efectivamente ingresó y ahora trabaja con aplauso en el sagrado Ministerio. 5.° Esta Congregación causa no pequeño desorden a la disciplina eclesiástica de la Diócesis. R. Es una afirmación gratuita.-El Ordinario de Turín no puede aducir ahora ni un solo caso al respecto. 6.° Muy a menudo hay algunos que, después de los votos trienales, reciben las sagradas Ordenes titulo mensae communis y después salen, etc. R. Es otra afirmación gratuita.-Hasta ahora, ninguno de ellos salió de la Congregación Salesiana. 7.° Un diocesano suyo de Saluzzo, apenas ordenado en esta Congregación, salió, etc. R. Es completamente falso. El sacerdote, a quien alude, aún en cartas posteriores, y al que se quisiera presentar como ejemplo, nunca perteneció a la Congregación Salesiana. Fue ordenado por monseñor Gastaldi a título eclesiástico normal, y sin carta de recomendación alguna, y contra el parecer de don Bosco, a quien había sido enviado por su Ordinario y en cuya casa había hecho los estudios a título de caridad. 8.° Ha habido clérigos, despachados del Seminario, que fueron aceptados en la Congregación Salesiana, enviados a otra casa y diócesis y ordenados; después volvieron a la diócesis. R. No se ha dado en absoluto ninguno de tales casos; aun cuando se dieren en el porvenir, siempre tiene el Ordinario la facultad de recibirlos o rechazarlos en su diócesis, como puede hacerlo con cualquier otro individuo que salga de un instituto religioso. 9.° Importa notar que, si se admitiesen las condiciones puestas, la Congregación Salesiana, carente de medios materiales como está, tendría que cerrar sus casas, suspender sus catequesis, pues ya no tendría catequistas, ni maestros; es más, cayendo, como ente moral, bajo la jurisdicción de la autoridad civil, serían inmediatamente dispersados sus socios y por ende disuelta la Sociedad. 10.° Nótese también que el actual Arzobispo nunca dio la más pequeña queja ni hizo observación alguna a los Socios o al Superior de la Sociedad Salesiana. Es más, cuando El quería presentar un clérigo modelo de ciencia o de virtud solía siempre señalar a los alumnos Salesianos. 11.° Todo esto que se afirma en la carta del 20 de abril de 1873 ha sido repetido, con frases diversas, en otras tres cartas secretas posteriores, a la misma Congregación (**Es10.723**))
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