Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es10.675**) Carísimo don Juan Bonetti y todos mis queridos hijos de San Martino: Desde Roma, desde la Capital del Catolicismo, desde la sede del Vicario de Jesucristo quiero escribiros algo a vosotros, mis queridos hijitos. Así os convenceréis de que, también cuando estoy lejos, pienso en vosotros y me acuerdo de vosotros. Ayer tuve una audiencia particular del Sumo Pontífice, que me recibió con muchísima bondad. Me concedió todos los favores que necesitaba; después habló mucho, en general, de los jovencitos y, por último, la conversación recayó sobre vosotros, amados hijos de San Martino. Me preguntó muchos pormenores: qué estudios hacíais, si erais buenos, si recibíais a menudo la santa comunión, si había alguno que pudiese compararse con Domingo Savio. Yo traté de complacerle de la manera ciertamente más favorable a vosotros. Habiéndome después dado libertad para pedir algo para vosotros, me encargó que os manifestara su plena satisfacción por las buenas esperanzas que dais de una vida cristiana en medio del mundo contaminado con tantos vicios, y concluyó: -Escribidles que de todo corazón les envío la bendición apostólica con la indulgencia plenaria el día en que se acerquen a la santa confesión y comunión. El resto os lo diré después personalmente, cuando tenga el gusto de encontrarme con vosotros. Mientras tanto aquí estoy para pediros un gran favor, que será muy provechoso para vuestras almas: que todos trabajéis por impedir y alejar las malas conversaciones. Para este fin ruego al señor Director que os haga alguna instrucción a propósito acerca del daño que causan las malas conversaciones, y acerca de las terribles consecuencias del escándalo. Y como tengo entre manos algunos graves asuntos, me encomiendo a vuestras oraciones, y particularmente que comulguéis una vez según mi intención. Yo iré después a celebrar una misa sobre la tumba de San Pedro para vuestro mayor bien. ((**It10.743**)) Tu vero, don Bonetti, praedica verbum oportune, importune, argue, obsecra, increpa in omni patientia et doctrina. Dic sociis nostris multa nobis parata esse. Messis multa, ideo multi operarii sunt comparandi. Quam cito veniam ad te per epistolam meam. Interea socii laborum meorum, vos, gaudium meum et corona mea, orate pro me, et pro magnis quae nunc temporis mihi sunt pertractanda. (Tú, en cambio, predica la palabra oportuna e importunamente, arguye, suplica con toda paciencia y doctrina. Di a nuestros socios que hay muchas cosas preparadas para vosotros. La mies es mucha, por tanto hay que preparar muchos operarios. Cuanto antes volveré a ti por medio de mi carta. Mientras tanto, vosotros seréis la alegría y la corona de mis trabajos; rogad por mí y por los graves asuntos que tengo que tratar en estos días). La gracia de N. S. J. C. sea siempre con nosotros. Vale et valedic. Roma, 6-1874, Vía Sistina, 104. Afmo. en Jesucristo JUAN BOSCO, Pbro. (**Es10.675**))
<Anterior: 10. 674><Siguiente: 10. 676>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com