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((**Es10.370**) íuna lluvia de estrellas, nunca vista en Piamonte, que duró hasta después de medianoche! Escribía el padre Denza que se contaron treinta y tres mil cuatrocientos meteoros, en seis horas y media, por cuatro observatorios. Muchos alumnos se asustaron ante aquella escena, pero uno, de ingenio muy despejado, alegró a todos gritando: -íSon los ángeles que están tirando fusütte (cohetes... artificiales) por la llegada de don Bosco! Todos soltaron la carcajada gritando: -íViva don Bosco! íViva don Bosco! Fue a San Pier d'Arena en la primera semana de diciembre. El Hospicio había sido trasladado allí el 11 de noviembre, y quedó muy satisfecho al ver cómo prosperaba. La iglesia y el convento contiguo se encontraban en pésimo estado. Había que cambiar tejados, pavimentos, puertas y ventanas, y por el momento se hicieron las reparaciones más necesarias. El convento tenía dos plantas superiores con seis habitaciones alineadas en cada una, a las que daba acceso un corredor bastante cómodo, con ventanas hacia el cementerio, donde, desde hacía poco tiempo, ya no se enterraba a nadie. No había mobiliario suficiente. La cocina era demasiado pequeña para las necesidades de la comunidad. No había patio, y los cuarenta y pico alumnos tenían que conformarse con la plazoleta de delante de la iglesia para hacer un poco de recreo. Cuando llovía, no tenían más refugio que un zaguán estrecho y largo como la iglesia, que daba a la escalera del convento. Pese a tanta pobreza, reinaba una alegría que lo llenaba todo. Si faltaba el pan, iba don Pablo Albera con las lágrimas en los ojos dando vueltas por Génova en busca de limosnas, pues ((**It10.402**)) no le consentía su corazón volver a poner en la calle a aquellos muchachos que se arrodillaban ante el altar pidiendo el pan de cada día. Y el Señor les proporcionó siempre lo necesario. Se organizó el culto en la iglesia, lo mismo en los días laborables que en los festivos, con alegría de la población. <>->>Siempre está cerrada esta iglesia? >>Y mi padre me contaba su historia y cómo los cuadros clásicos de esta iglesia fueron trasladados en los tiempos napoleónicos a la sacristía de San Siro, iglesia que también se les quitó a los Teatinos. Y me recordaba la campana de la Providencia, que tocaba a la hora de (**Es10.370**))
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