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((**Es10.243**)bendita noche a tantas cándidas almas para el Niño Jesús, porque, durante todo el día de ayer, no hizo más que hablar de esta noche feliz. Yo también me imagino estar ahí entre vosotros presenciando ese ((**It10.260**)) espectáculo conmovedor, viendo a tantos hermanos míos en Jesús, y a tantos bienhechores y amigos en la mesa celestial, y recibiendo al Niño Jesús en el corazón. >>Esta noche no hubo misa aquí en el colegio; los cantores fueron a la parroquia, donde se cantó la misa de don Juan Cagliero. >>Esta mañana también esperamos volver a gozar la misma alegría; nuestro amado Padre recibirá la santa comunión en la cama. Mas no os asustéis, que no es por viático, sino por su gran devoción al Niño Jesús, y para unir sus oraciones a las de sus amados hijos; y así, unidos en un solo corazón y en una sola alma, obtengamos de Dios la gracia de poder ver pronto a nuestro querido don Bosco entre nosotros; estoy seguro de que nos concederá esta gracia, porque ayer pasó todo el día bien y sin fiebre. >>A las once ha tomado pan rallado y no volverá a tomar ya ningún alimento ni bebida hasta después de la Comunión. >>Después de tomar el pan rallado estuvo durmiendo profundamente, y cuando volví de la parroquia, aún no se había despertado y eran las dos. íQué satisfacción verle dormir tan tranquilo; parece el sueño de san Juan Evangelista sobre el pecho de Jesús; tan tranquilo está. No nos cansemos de rezar, pero recemos con un solo corazón y el Niño Jesús tendrá compasión de nosotros. >>Ayer por la mañana me dijo don Bosco que si no fuera por las muchas oraciones que hacen todos sus hijos y también los bienhechores de todas partes, no hubiera podido aguantar a estas horas el gran mal que padecía. Figuraos, queridos hermanos: ha tenido ya seis o siete erupciones miliares, y un reuma tan agudo en el brazo izquierdo que no podía moverlo; y que en esto de las erupciones miliares, cuando se llega a la tercera, se considera como una gracia. Y nosotros hasta ahora podemos decir que es una verdadera gracia concedida por el Señor como premio a nuestras oraciones. >>íRecemos! Y recemos de corazón, pues el Señor nos hará felices devolviéndonos a nuestro buen Padre con perfecta salud. >>íSi supierais, hermanos, con qué alegría recibió las felicitaciones de todos sus amados hijos! Se conmovió hasta derramar lágrimas, ((**It10.261**)) y me dijo: >>-La primera vez que escribas a Turín, dirás que les agradezco de todo corazón el amor que me tienen y las pruebas de ternura que me dan rezando por mi pronta curación, si Dios así lo quiere. (**Es10.243**))
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