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((**Es10.164**) gratitud, le entregaron un saludo, firmado por una lista de cuarenta y cinco, encabezada por don Santiago Bellia. ((**It10.172**)) A DON JUAN BOSCO, en su día onomástico, como prueba de agradecimiento y aprecio, los antiguos alumnos educados en esta Casa. -1871. Muy reverendo señor don Bosco: Mientras tus hijos saludan llenos de júbilo este día consagrado a las glorias del gran santo Juan Bautista, la voz de la gratitud nos llama a nosotros, que también somos tus hijos, para ofrecerte una flor, puesto que recibiste el nombre y el espíritu de aquel Santo Precursor, y, plenamente dedicado a comunicar la ciencia de la salvación, sembraste tanto bien en la senda de nuestros primeros años. Si nuestra condición nos puso en un mundo depravado y corrompido, no logrará jamás hacernos olvidar los muchos beneficios que de ti hemos recibido y las sabias advertencias que, como joyas preciosas, hemos recogido de tu venerado labio. El Señor y la Santísima Virgen tomen a su cargo la gran deuda que contigo tenemos, pues sólo ellos pueden pagarte dignamente. Nosotros nos recomendamos encarecidamente a tus fervientes oraciones, para poder caminar sobre tus huellas con pie firme y constante por la estrecha senda del Cielo, gloriándonos siempre de ser tus Hijos humildes y agradecidos... Al darles las gracias, don Bosco mencionó las grandiosas y cordialísimas fiestas celebradas en Roma con motivo del Jubileo Pontifical, y añadía que, para el año siguiente, les daría noticias más consoladoras. La devoción a Jesús Sacramentado, con la frecuente comunión y las visitas al Sagrario, espontáneamente hechas durante las horas de recreo, era uno de los medios que don Bosco no cesaba de inculcar, de la forma más sencilla y persuasiva, para la buena educación de los alumnos. Y era tan grande la eficacia de su palabra que, cuando le veían ir a la iglesia para visitar al Santísimo Sacramento, un nutrido grupo de jóvenes interrumpía los juegos y le seguía inmediatamente. Estas escenas de fervor sucedían particularmente durante las Cuarenta Horas, que aquel año se celebraron del 13 al 15 de julio 1. 1 En las puertas de las iglesias se fijó el siguiente programa: Cuarenta Horas en la iglesia de María Auxiliadora: POR LA MAÑANA.-Comodidad para oír la santa misa y acercarse a los santos sacramentos de la confesión y comunión. (**Es10.164**))
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