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((**Es10.1182**) Son actualmente unos trescientos cincuenta, y me sería muy grata una visita suya o de alguien que viniera de su parte, Tenga a bien creerme con gratitud. De V. S. Ilma. Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. ((**It10.1288**)) Breve Memorial En el Oratorio de San Francisco de Sales se encuentran las siguientes secciones de muchachos pobres internos: 1. Cerca de trescientos cincuenta aprendices huérfanos, repartidos en varios oficios. Parte notable de ellos entró por recomendación del Gobierno Civil, de la Comisaría de Policía y del Ayuntamiento. Para enseñar un oficio a estos jovencitos hay en el Instituto talleres de tipógrafo-compositor, impresor, ógrafo, fundidor de letras, estereotipador, encuadernador, sombrerero, sastre, carpintero, herrero, zapatero y música instrumental y vocal, etc. 2. Quinientos dedicados a varias clases de estudio. 3. Más de cuatrocientos niños abandonados externos, que actualmente cursan las cuatro clases elementales. La dirección y la enseñanza corren a cargo de maestros diplomados todos ellos, que siguen los programas de las escuelas del Estado. 4. Más de quinientos niños pobres, que acuden en los días festivos para ejercicios gimnásticos y juegos variados, escuela de música, escuela elemental y también instrucción religiosa. 5. Hay que advertir que, desde la plaza de Manuel Filiberto hasta San Donato y la Forja de cañones de fusil, no hay ninguna escuela pública, por lo que acudiría un número mucho mayor, si hubiese locales y medios oportunos para sostener los gastos. 6. Hay también otro grupo con más de quinientos que acuden con el mismo fin al Oratorio de San Luis, sito en la Avenida del Rey en Puerta Nueva. 7. Dígase lo mismo del Oratorio de San José, en la calle de Niza al final de Borgo San Salvario. Nótese además: 1. Que si los jovencitos arriba mencionados no fueran atendidos de esta manera, vagabundearían por la ciudad durante la semana y mucho más en los días festivos, promoviendo continuamente riñas y altercados con la consiguiente molestia para las autoridades públicas y estorbo y peligro de los pacíficos ciudadanos. 2. Que cuando estos jovencitos salen del Instituto van a ganarse honestamente el pan en el ejército, en el comercio, en calidad de obreros, dependientes, maestros, o empleados en algún oficio. 3. Que entre los muchos jovencitos abandonados e internados son dignos de especial mención los que, el año del cólera morbo, envió el señor Alcalde de Turín; se recogieron gratuitamente más de cuarenta, y algunos de ellos están todavía en este centro. (**Es10.1182**))
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